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Miércoles, 8 de julio de 2009

Carolina Cerezuela es, sin duda, la actriz de moda. No para de trabajar ni un segundo. Enamorada del tenista Carlos Moyá, la artista, junto a otras caras conocidas, ha confesado sus secretos de belleza en el mejor lugar para hacerlo: la peluquería. Y es que la protagonista de Cámera Café duerme con el pelo mojado, aunque se lo seca un poco con la toalla. Le gusta llevarlo muy natural, rizado cuando trabaja, rubio y con media melena –esa su imagen desde hace tiempo-. Aunque lo más importante es que su corte sea cómodo.

La modelo y actriz admira el pelo de “su chico”, Carlos Moyà, pero no quiere dar muchos datos de su relación. ¿Comparten su vida juntos? Pues parece que sí, que hay proyecto de futuro en común. Aunque a sus 27 años todavía no piensa en boda, no tiene tiempo ni para preparar el ajuar por su inagotable agenda: tres actos de prensa mínimo a la semana y el rodaje de dos series, Camera Café y Hospital Central. En enero, está previsto su salto al cine.

Entre rodaje y rodaje, la alicantina ha presentado el show que la firma Rizos que se ha desarrollado en el Salón ‘Model Look’. La actriz, además del pelo, confiesa otro secreto: un buen antiojeras para que no se note el cansancio. Y el suyo parece que es bastante grande. La actriz y modelo es hoy por hoy el rostro más rentable a nivel publicitario en televisión. Sin embargo, sus primeros pasos se remontan a principios del 2000 cuando fue elegida ‘Linda de España’.

Si Cerezuela duerme con el pelo mojado sin temor a resfriarse, la misma técnica utiliza la modelo Laura Sánchez, que confiesa que cuando se despierta parece “una leona”. La nacional odia perder el tiempo en la peluquería. Suele ir cada 20 días, pero cuida mucho su imagen gracias a mascarillas, que aseguran un cuero cabelludo hidratado, y un buen corte-ahora lo lleva corto- como el que le hace en su salón Rossano Ferretti. Su profesión le exige estar muy a la moda y guapa.

Mientras, otra mujer de rompe y rasga, Blanca Romero, está pasando por una etapa bastante tranquila. Hace tiempo que se cortó los rizos, se rapó la cabeza y ahora lleva el pelo “a lo chico”. Sin embargo, planea volver a dejárselo largo. Va una vez cada tres meses a la peluquería, pero en casa usa a diario mascarillas, suavizante y productos post lavado. La comodidad prima en su estilo. Es una mujer que no para entre fotos, pases de moda, y música (canta en la ducha y fuera de ella). Todavía no ha grabado el disco que prometió hace años, pero expresa su faceta musical en las noches de los mejores clubs de jazz de Madrid. Atrás quedan sus primeros pinitos musicales como protagonista del vídeoclip de David de María, Barcos de papel.

La que canta y con su cuarto disco en el mercado, Autorretrato, es Mónica Molina, que va de natural por la vida. Le gustan poco las lacas y las cremas capilares. Lo suyo es un buen champú y un secado “al viento”. Algo parecido les ocurre a otras tres mujeres con estupenda voz salidas del concurso Operación Triunfo: Lorena, Soraya y Edurne. Soraya es la que más tiempo le dedica a conservar su look ante el espejo. Tiene el pelo fino y lleva unas pequeñas extensiones.

Todas estas mujeres acaban de participar en la la X edición de la Escena L´Oréal Professionnel, organizada y producida con maestria por el equipo Flow que dirige Nacho Corral junto con la directora general de la firma, Lola Ortuño. Estas mujeres de “banderas” fueron peinadas por maestros peluqueros como Raffel Pages, Luis&Tachi, Cebado, Frank Provost, Rizos y Tono Sanmartín.

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